Junto con Sbatella, la fiscal Alejandra Gils Carbó figura en la lista de los principales enemigos del Grupo Clarín. Por un dictamen suyo ante la Justicia Civil y Comercial, la Corte Suprema podría ordenar dar marcha atrás con la fusión entre Cablevisión y Multicanal que ordenó autorizar Néstor Kirchner. Sería una puñalada al corazón del multimedio
Desde aquel dictamen fue objeto de siete pedidos de juicio político y dos denuncias penales del grupo, con el argumento de que había copiado parte de su dictamen.
Nunca antes había sido denunciada. Gils Carbó denunció en 2007 un fraude millonario en el Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) de Cablevisión con sus acreedores. Y demostró que un fondo accionista del Grupo Clarín había formado parte del saneamiento de la deuda de Cablevisión, requisito ineludible para que se aceptara su fusión con Multicanal.
Todo el proceso, según su dictamen, violaba la Ley de Bienes Culturales y no había sido informado a la Comisión Nacional de Valores (CNV) debidamente.
La fiscal denunció luego que Clarín también habría estafado a los futuros jubilados de las AFJP, que compraron masivamente acciones del holding a un precio que luego se derrumbó y así éstos habrían financiado su expansión.
El perjuicio se habría transferido luego al Estado, con la nacionalización de sus carteras. Citada a indagatoria en una de las causas penales que le inició Cablevisión, Gils Carbó declaró el 23 de junio pasado. “Me han mantenido amenazada para que no denuncie que los mismos mecanismos (...) utilizados por los fondos especulativos en las finanzas internacionales sirvieron para construir un imperio multimedia, presuntamente utilizando los aportes de nuestras AFJP en su perjuicio, con engaño y ardid”, dijo en uno de los tramos salientes de la declaración, a la que accedió este diario.
Publicado por: Crítica Digital
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