19.3.11

Esclavitud de guaranies en Bolivia

Las familias guaraníes de Alto Parapetí, como otras de la provincia Cordillera, Luís Calvo, Hernando Siles, O´Connor y Gran Chaco, de los departamentos de Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija, viven en condición servidumbral desde hace muchos años. Se dice que son esclavos modernos porque son sometidos a formas de explotación laboral no convencionales.

Los documentos internacionales citados arriba exigen al Estado liberar a familias indígenas "cautivas" que no reciben salario sino retribuciones en especie por su trabajo de hasta 15 horas diarias. Muchos de estos cautivos y empatronados son figurativamente esclavizados por deudas heredadas de sus padres, y son víctimas de castigos corporales. Semejante relación laboral entre el patrón y sus peones vulnera todas las normas internacionales de derechos humanos, enfatizan investigaciones de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), de la Organización Mundial contra la Tortura y otras.



Pa' los piones ni agua ni luz

La Mesa de Enlace se niega a darle luz y agua a sus peones
Por Ignacio Chausis
El agro y los representantes del Renatre pospusieron por tiempo indeterminado la firma de un convenio de condiciones laborales básicas para los empleados, impulsado por Trabajo.

El empleador deberá suministrar agua apta para consumo y uso humano, en cantidad y calidad suficientes; los alojamientos deberán disponer de energía eléctrica durante las 24 horas.” Normas tan elementales como esas para el desarrollo de cualquier tarea son las que tanto la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y la Mesa de Enlace se opusieron a sancionar el pasado 16 de marzo en la última reunión de la Comisión Nacional de Trabajo Agrario (CNTA), cuando el gobierno impulsaba la sanción de un conjunto de condiciones mínimas para los trabajadores temporarios de la actividad rural.





La “Regulación de las condiciones generales de trabajo para los trabajadores estacionales”, establece una serie de requisitos considerados indispensables para los campamentos o estructuras habitacionales donde se alojan los trabajadores, detallando, por ejemplo, la cantidad máxima de personas por habitación. Lejos de implicar el desarrollo de costosas y modernas instalaciones, el proyecto establece como norma principios básicos como que “las aberturas al exterior deberán cerrar de modo tal de evitar filtraciones de aire y agua”, es decir, que no caiga agua al interior de la habitación.





El proyecto también se ocupa, entre otras cuestiones, de que los trabajadores tengan algún tipo de comunicación disponible, del almacenamiento en lugares debidamente señalizados de los envases que contengan sustancias tóxicas y de la provisión, por parte del empleador, de elementos de seguridad y protectores personales. En el capítulo 9, se establece que “el empleador podrá expender a su personal mercaderías, no pudiendo en ningún supuesto retener, compensar, descontar o deducir del salario en forma directa el valor de las mismas”. Asimismo, prohíbe el trabajo de menores de 16 años, “en todas sus formas, exista o no relación de empleo y sea aquel remunerado o no”. En lo que respecta a la alimentación, se indica que esta deberá estar a cargo del empleador en forma “sana, suficiente, adecuada y variada”.
Lo cierto es que tanto el gremio como los empresarios solicitaron postergar hasta otro encuentro el debate, para tener más tiempo para analizar la propuesta.





El encuentro de la CNTA tuvo lugar en la sede de la cartera laboral, y pese a que la firma de la resolución figuraba en primer lugar en el orden del día, la discusión se demoró como consecuencia de las acusaciones cruzadas entre gremio, patronales y gobierno por la responsabilidad ante los numerosos casos de trabajo esclavo. Así, Ramón Ayala, representante de UATRE, dijo que existe una fuerte responsabilidad del Estado “ya que el poder de policía no es ejercido de modo efectivo en todas las jurisdicciones del país”. En sintonía con la postura del gremio, el representante de Coninagro, Miguel Angel Giraudo, indicó que la entidad “siempre se ha manifestado en contra del trabajo no registrado”.





Por su parte, Álvaro Ruiz, representante de Trabajo, rechazó las acusaciones y descalificó la actitud de la Mesa de Enlace que “mira hacia un costado” para eludir su responsabilidad ante los casos de trabajo esclavo.

Tiempo Argentino