7.1.10

Sobre los anuncios oficiales (del sr. Gabriel Del Valle)

Corrientes ingresaría en Emergencia Energética - ”En un hecho sin precedentes en décadas, Corrientes, junto a las Provincias de Formosa y Chaco, pisaron en el día de la fecha el piso histórico de 158 megavatios fuera de servicio por cortes, índice que señala el grado de compromiso que sostiene hoy la red energética en todo el Nordeste argentino”

Título 1 – ALGUNOS HECHOS SIN PRECEDENTE

Hecho sin precedente Nº 1 - (por no decir “milagro”) es que el sistema eléctrico de Corrientes no haya colapsado antes;

Hecho sin precedente Nº 2 - es que Arturo Colombi aun permanezca suelto. En Setiembre de 2007 fue denunciado penalmente junto con el Interventor Carlos Báez y los Cómplices, por un catálogo de ilícitos en la DPEC y la contratación de URBATEC.


En la fs. 2 la denuncia dice “Los hechos y circunstancias verificables serían la causa del “estado crítico del sistema eléctrico”, y de gran parte de los estragos acontecidos en varios lugares del interior provincial por el deterioro del servicio eléctrico (…) Además, existe la probabilidad de *que la emergencia del sistema eléctrico, debida a imprevisión o desatención o descuido o incuria o desidia, haya sido intencional; *que entre funcionarios públicos y la sociedad mercantil Chamas haya una asociación; *que la sociedad mercantil privada Chamas, con la condescendencia de funcionarios del Estado, haya absorbido para sí, y en su propio beneficio, funciones del Estado; patrimonio del Estado y recaudación del Estado.


Los hechos de la denuncia han sido probados, el abogado Carlos Báez y el contador Pablo Chamas se hallan procesados, con prisión preventiva, excarcelados bajo fianza, embargados e inhabilitados; aunque el ingeniero Arturo Colombi zafó por ahora. El Expte., radicado en el Juzgado de Instrucción Nº 1 a cargo de la Doctora Agraso de Caballero, lleva el Nº 6151/07.-
En la denuncia (fs 32) también se ha solicitado que la Justicia declare abierta LA INVESTIGACIÓN DE SABOTAJE A LA DPEC a efectos de determinar si el “estado crítico del sistema eléctrico provincial” se debe a imprevisión o desatención o descuido o incuria o desidia; o se debe a un sabotaje a la DPEC (pto. f)


Hecho sin precedente Nº 3 - es que en la DPEC permanezca el mismo equipo de cómplices e incompetentes que ahora son co-responsables TAMBIÉN del grado de compromiso en que CORRIENTES metió a todo el Nordeste argentino


Título 2 – UN ACTO DE GOBIERNO INNECESARIO


El anuncio dice: ”Esta tarde, o quizás mañana, el gobernador de la Provincia, Horacio Ricardo Colombi, firmará un Decreto que declarará administrativamente a Corrientes en Emergencia Energética, lo que derivaría en la toma de medidas que -por lo menos morigeren- la grave coyuntura.”

Pero el gobernador NO TIENE FACULTADES PARA DECLARAR LA EMERGENCIA por decreto porque debería ajustarse a un derecho especial denominado Derecho de Emergencia que regula, entre otras cosas, LAS EXCEPCIONES al procedimiento normal de licitaciones y compras del Estado.


La jurisprudencia establece cuatro condiciones que hacen viable la autorización al gobernador para REGULAR LAS EXCEPCIONES fundadas en la Emergencia:
1) Una situación definida por el Poder Legislativo.-
2) La persecución de un fin público.-
3) Transitoriedad de la norma que es valorada como excepcional.-
4) Razonabilidad de los medios elegidos para concretarla.-
En este caso corresponde que la Emergencia sea declarada por una ley de la Legislatura Provincial, para que traduzca en los hechos el principio de división de Poderes.


El gobernador Ricardo Colombi no debe extralimitarse en el cumplimiento de la ley porque, “la emergencia no crea poder, ni aumenta el poder ya concedido por la Constitución, así como tampoco disminuye las restricciones impuestas al ejercicio de su poder”
El gobernador Ricardo Colombi no sólo NO PUEDE DECLARAR EMERGENCIA POR DECRETO sino que, ni siquiera puede utilizar las amplias facultades de Emergencia establecidas por el ex gobernador Arturo Colombi en el extenso y aparatoso Decreto 1856 /2006 que permitió el “gerenciamiento” de Urbatec y la adjudicación de obras por 55 millones de pesos sin licitación pública.


En otras palabras, el “estado de emergencia eléctrico” no puede ser utilizado por el gobernador como un cheque en blanco. La legalidad de la EMERGENCIA se soluciona convocando a los legisladores, que podrían suspender sus vacaciones.


Entretanto los legisladores no aparezcan, el gobernador tiene suficiente autoridad para apagar toda iluminación innecesaria tanto del Estado como privado, como así también limitar el alto consumo que los grandes comercios utilizan para refrescar sus ambientes, porque la plata de ellos vale igual que la del pueblo; vale decir que el gobernador puede tomar todas las medidas que ayuden a aliviar el “agudo déficit energético” que están pasando Corrientes, Chaco y Formosa (por culpa de la DPEC Corrientes).


Por eso sería importante, no anunciar actos de gobierno innecesarios sino, que el gobernador haga las cosas que sí puede y debe hacer.
También el gobernador Colombi debería contemplar la conveniencia de ordenar a su Fiscal de Estado que se constituya en QUERELLANTE contra los ya procesados CARLOS BÁEZ y PABLO CHAMAS, para que el ingeniero ARTURO COLOMBI y los cómplices de la DPEC sean encerrados. No sería una mala idea porque aliviaría el trabajo de los Fiscales.


El gobernador Colombi también debe saber que la DPEC tiene suspendidas todas las licencias pero el gerente comercial Cacho Monzón está veraneando en Punta del Este.
Dicho sea de paso, anoche, media ciudad estaba a oscuras, sin embargo el Anfiteatro estaba a toda luz PARA QUE ENSAYEN LAS COMPARSAS…


Alberto Ruiz Díaz
Periodista - Agrimensor Nacional

Ruidos muertos

A Redrado no hay que esperarlo a que se “desatrinchere”. Tiene que ir Aníbal Fernández a su despacho del Central y cerrar la puerta tras de sí. Y después de un rato, salir con la ropa desaliñada y decirle a los periodistas: “Ya está, aquí tengo su renuncia”. ¿Y cómo lo convenció? “Ah, no, ese es un tema privado entre Redrado y yo”.
Ya está. Y como canta el tango: “sus ojos se cerraron y el mundo sigue andando”.
Si hasta cuando se murió el hijo de Dios no se paró el universo. Tampoco con Sandro.


La rueda no para nunca.


Se acaba el ruido de un funeral popular y empieza el ruido por otro: el funeral de Martín Redrado en el Banco Central. Lo que no quiere decir que no puede resucitar, pero cruzando hacia el otro lado de donde nunca quiso irse.


Muchos políticos arman tanto ruido para que no se note cuando bajan la voz, que da lo mismo oírlos o no oírlos. Los que no hacen ruido son los predadores económicos furtivos. Ellos tienen lobistas que los representan.


El Banco Central es uno de los lugares que más acechan. De pronto algunos salen a defender el Banco Central tan entusiastamente que uno deduce qué poder guardarán ahí adentro tan celosamente.


El Banco Central hace ruido porque se cree que está aparte de todo. Su presidente presume que es inamovible porque está en un Vaticano independiente del país soberano. Los mismos lamebotas que lamieron al enviado Arturo Valenzuela, lamen ahora a Redrado como antes a Cobos.


Los periodistas colonizados siempre defienden a los virreyes. Y los que fundieron cíclicamente las reservas ahora ponen el grito en el cielo y se vuelven amarretes. El Banco Central es un ruido tardío de los años noventa. El Gobierno pretendió no oírlo y recién se despierta cuando el establishment opositor lo roe desde adentro.


El Central lo inventó en la década infame el presidente del Banco de Inglaterra. Enarbolaban esta consigna: “Que los nativos argentinos elijan sus gobiernos, los ingleses tenemos el Banco central y la hegemonía económica”.

Aquí la oligarquía latifundista bailaba en cuatro patas: las de las vacas. Vino la ya remota revolución económica peronista de los cincuenta, y el banco vuelve a ser argentino. Con los tiempos recomienza su historia de paulatina autonomía. En 1992, la segunda década sombría, se firma una nueva carta orgánica dictada por el Consenso de Washington y los organismos internacionales, para que los gobiernos latinoamericanos no tengan injerencia en los sistemas monetarios.

Y el Banco Central fue como un Estado dentro de otro: el estado Argentino. El nuestro.

Mercedes Marcó del Pont no tuvo éxito en el Parlamento cuando hace pocos años presentó un proyecto para cambiar esa carta orgánica disciplinadora. Y de algún modo con poder de chantaje sobre cualquier gobierno popular con decisiones heterodoxas y no de ajuste o dieta perpetua. Aquí está hoy el precio que se paga. Martín Redrado, más temprano o más tarde, tenía que ser fiel a su naturaleza.


En su caprichosa resistencia ideológica tiene colaboracionistas nostálgicos que fantasean con la idea de un golpe leguleyo al estilo Micheletti en Honduras. Ya está a tono el vicepresidente; se tienta al presidente de la Corte Suprema y se arma una patrulla perdida con el Banco Central. ¿Qué más falta? Los grandes medios dale que dale con la quiebra institucional; los empleados alcahuetes que nunca se jugaron por nada ni por nadie, ahora se encolumnan con el patrón.


El poeta Mario Trejo escribía: “Dos cosas hay que temer: a la derecha cuando es diestra y a la izquierda cuando es siniestra”¡Madre mía!, que el gobierno tenga algún plan para salir de ésta con menos daño que con la 125.

Aguantar, aguanta, pero no es compensatorio atacar sin tener una buena defensa para no recibir piñas al pedo. El papel de la oposición ya está al desnudo: es el de la conspiración permanente. Los grandes Medios le producen el mismo encantamiento de poder que antiguamente les producía el favor de los militares.


A Redrado no hay que esperarlo a que se “desatrinchere”. Tiene que ir Aníbal Fernández a su despacho del Central y cerrar la puerta tras de sí. Y después de un rato, salir con la ropa desaliñada y decirle a los periodistas: “Ya está, aquí tengo su renuncia”. ¿Y cómo lo convenció? “Ah, no, ese es un tema privado entre Redrado y yo”.
Carta abierta leída por Orlando Barone el 7 de Enero de 2010 en Radio del Plata