Es curioso, pero en una de las mas sino mayor provincia pobre del país, la mayoría de su pueblo ha votado históricamente por quienes le han expoliado, sometido a guerras fratricidas o mantenido en la indigencia. Esto solo puede explicarse de una sola manera: sometimiento cultural. -
Por Edwin Aguiar
(Solo el peronismo salvara a esta tierra. Ya leerán porque.)
No es extraño en una tierra en donde ya desde la época de las misiones jesuíticas los medios de dominación fueron la fuerza bruta (la esclavitud de los pueblos originarios) o la seducción por medio de la música y el disfraz (los jesuitas). Cuando alrededor de 1750 se inicia la expulsión de los jesuitas mediante la complicidad de los terratenientes correntinos, que aspiraban las tierras y la mano de obra esclava que había en las misiones; hábilmente combinaron la brutalidad para acallar el espíritu combativo y las distracciones de la música y disfraces para entumecer sus consciencias.
¿Les suena Carnaval y prepotencia? Desde hace mas de 250 años se ha moldeado al correntino para que se someta a la “autoridad” que muchas veces no es más que la manifestación de la prepotencia cruda y la dadiva distractora como un elemento vital para que encauce sus aspiraciones.
Por supuesto que esto no quiere decir que si a ud le agrada el carnaval e incluso participa activamente de ello sea algo negativo. Pero que se ha usado como elemento del poder desde siempre, así como la exacerbación de la veneración casi supersticiosa a tantos santos y vírgenes que es literalmente imposible no hallar una semana sin conmemoración alguna, no cabe duda. La táctica del sometimiento consiste en trasmutar las necesidades de libertad y progreso en resignación y distracción.
Este post no va a gustarle a mucha gente, eso está garantizado, pero aquí no nos proponemos ser agradables sino llegar al fondo de la cuestión y hallar una mejor manera para que nuestros hijos sea mejores que nosotros y tengan el futuro que ahora mismo el actual esquema de poder les está negando. Por miseria y envilecimiento del alma generosa del Correntino. Si se atreven, a continuación las claves.
El juego de las oligarquías
El poder es un afrodisiaco poderoso y enerva tanto a algunos hombres que olvidando su condición de pares de sus hermanos se transforman en sus verdugos. No necesariamente mediante la muerte, como en el siglo XIX y XX cuando desde Corrientes se proveyó tanta carne de cañón para las guerras civiles e incluso la guerra de la Triple Alianza en donde se obligo a los correntinos a disparar sobre sus hermanos paraguayos.
En el siglo XX hubo menos derramamiento de sangre, salvo, claro está, la de los restos de aborígenes que habían en esta provincia a los que se liquido sistemáticamente para adueñarse de sus tierras. Muchos viejos prohombres que hoy engalanan con sus nombres las arterias más importantes de esta provincia fueron meros genocidas, pero también los hubo de guante blanco que condenaron a esta tierra al atraso y a la ignorancia. A la falta de futuro.
Tal es el caso que la primer constitución de esta provincia no admitía extranjeros en su territorio, salvo en dos puntos. Porque las ideas de progreso e industria atentaban contra las explotaciones extensivas, que ocupaban mano de obra en mucho espacio, entre ellas el modelo ganadero.
Siempre fue rentable que la mano de obra haya sido económica por no decir gratuita, para lo cual se fomento la cultura de someter a la gente de todas maneras. Incluyendo el derecho de pernada, consistente en que el patrón de la estancia desflorara a las hijas de sus peones. Tanto así que una curiosa característica es que este sistema alienta a la incorporación a las fuerzas de seguridad de sus hombres. Estos que desean también ser parte del sistema con una módica cuota de poder, suelen enrolarse en las variadas fuerzas locales y nacionales. Es una táctica doble porque también está la conveniencia del gobierno provincial de bajar los índices de desocupación mediante esta manera.
Y por otra parte no hay una incorporación legitima a las fuerzas productivas que siguen siendo escasas, así como las profesionales, mercantiles y académicas, que son esencialmente mas volátiles y menos sometidas a la acción prepotente de un cualquiera.
Mas allá que existen personas que posean la verdadera vocación de servicio, la mayoría lo toma como una salida laboral y como un acceso a un poder; porque un uniformado siempre en estas latitudes posee aparentemente mas “poder” que un civil. Lo cual demuestra la inversión de valores cívicos, pues se ha fomentado la idea que ser civil es una categoría inferior al del uniformado, quien en realidad esta al servicio de la comunidad y no es el gendarme del poder.
A su vez las oligarquías existentes (desde lo económico o político) alientan estas actitudes porque nunca les convino que esta provincia despegara desde lo industrial y lo comercial. Es la centenaria “siesta correntina” provincial y aletargada que les permite sobrevivir y seguir manejando las cosas discrecionalmente como solo se puede hacer aquí.
No deja de ser sintomático que las pretensiones de producción en los últimos cuatro años hayan sido la forestación. Todos saben que también es un negocio redondo para el capitalismo capanguero y la política local. Por un lado apenas da trabajo a escasas personas mientras desarraiga familias enteras que pasan a los suburbios de las ciudades correntinas a ser pasto de los punteros políticos que las someten con las limosnas de turno. También se han fomentado las casas de juegos de azar, la única posibilidad de escape –irreal por cierto-.
La movilidad social no existe en Corrientes, es una figura retorica que solo se rompe cuando se sale de esta provincia, pues el que nació pobre, sometido culturalmente ideológicamente y económicamente no concibe otro horizonte.
La actitud de sometimiento esta tan arraigada que existen pocos ejemplos, en comparación a la población, que intenten romper el círculo vicioso de indigencia (que es la falta de futuro y no la falta de dinero) que los excluidos del sistema de limosna oficial deben emigrar fuera de la provincia; donde por paradoja progresan en base a trabajo duro y sacrificios. Lo que puertas adentro no ocurre…
El oficio de ser pobre en Corrientes
Claro está que vivir cuatrocientos y tantos años así y sin referencias culturales que permitan romper el molde hace que salir de este círculo sea muy difícil para quienes han aceptado esta realidad como una verdad. A diferencia de Perón, yo no creo que la única realidad es la verdad; pienso más bien que la verdad es un collage complejo y que esta dista de ser tan simple y lineal, como aquí en Corrientes.
Para las mentes acostumbradas a obedecer a quien ostenta poder, cuanto más crudo mejor, es tarea dura reconocer que la verdad no radica en la razón sino en la prepotencia. El desdichado que está abajo en la escala social, por la presión hacia debajo de las estructuras no por su deseo o ganas, no puede ver al de al lado como hermano o sentirse parte de un mismo y defectuoso mecanismo social. Es la paradoja del neoliberalismo que impulsa como única ley la sobrevivencia del más fuerte a costa de los más débiles. Es la ley del mercado que trasunta el alma y se adueña de todo.
El pobre no quiere ser pobre y el que apenas dista un paso de serlo no desea volver hacia atrás. Se aplaude al que progresa, no importa con qué medios, y se somete a quien pueda darle una migaja de ese poder ficticio. Porque en menos de cuatro años cambian las reglas de juego o durante el periodo político cambian los actores y los mecanismos de poder. Y así el pobre y el apenas pobre siguen siéndolo por siempre. Entendamos que ser pobre no me refiero a la falta de dinero sino de futuro.
La única forma de romper este esquema de situaciones viciadas en con la solidaridad y la consciencia de clase. Pero nadie en Corrientes (y Argentina) desea tal cosa. Es reconocer el fracaso existencial. Como un atenuante de la miseria se ha implantado el culto a lo que sea, santos, vírgenes, etc, que ofician de paliativo y de válvula de escape.
La verdadera religión en Corrientes debería ser una cuestión de fe, pero hace rato que se ha suplantado esta por la superstición en la cual mediante un rito o una secuencia de cosas equis, se obtiene algo a cambio. Moralmente es deleznable pero asi son las cosas
La iglesia, aliada intemporal del poder político (aun desde la época del Imperio Romano) ha sabido aquietar las aguas y no predicar, en cambio, la fraternidad y establecer el cielo en esta tierra.
Medios Informativos y Políticos en Corrientes
En la actualidad y como consecuencia de la falta de libertad económica en Corrientes, muchos medios se prostituyen por lo que se llama “la cuenta oficial”. Esta es una cifra mensual en la que por publicidad estatal se obtienen ingresos.
Como en esta tierra no hay industria y casi no existe comercio, por ende no existen fuentes de financiación de las estructuras informativas. Por ende deben competir entre ellas para tener estas cuentas oficiales y salvar el pellejo.
Por supuesto esto acarrea el bastardeo del cuarto poder ya de por si irrisorio en Corrientes. La lectura de la mayoría de los medios es una monótona repetición de las mismas y tediosas gacetillas de prensa oficiales ensalzando tal o cual cosa que diariamente llegan a mi correo. No hay noticias que “desagraden” y si mucha apología del mandamás de turno. Cuando hay rispideces en la prensa, es habitual largar la carcajada y decir “Estos están atrasados en sus cobros”.
La libertad de prensa no existe, también la cultura del sometimiento ha llegado y se ha instalado desde la presión económica y hoy en día solo los medios independientes como los blogs (Este y otros) somos capaces de decir lo que pocos quieren decir.
También existe el sometimiento mediático por la mera vocación rastrera, una deformación profesional que es más evidente en los pueblos del interior correntino, en donde los medios locales suelen alcanzar cotas increíbles de lambisconería y degradación, como los medios de cable y las emisoras de frecuencia modulada. No todos, pero si la mayoría de los existentes.
La población sometida a esta sistemática desinformación poco advierte que los “logros” de sus intendentes o de la gobernación son obra de la Nación, que ha girado dinero o planes. Y aun así escuchan las quejas de bandoneón sobre el abandono de los poderes de la Nación a la provincia porque “no es de su signo”. Como estamos escuchando en estos días y seguramente se intensificara según avance el calendario electoral.
Así estos medios venden “pescado podrido”, que en la jerga periodística quiere decir una noticia intoxicada de falsedad; por omisión, por tergiversación o por exageración, pues formas de mentir hay muchas más que la simple mentira.
Los peronistas: esa maldita fuente del mal
En este contexto los peronistas somos los malvados del pastel. Porque la nación está regida por Cristina, que ya sabemos que ha sido el peor gobierno de la historia mundial y quizás universal; que eternamente conspiramos, porque los peronistas se roban todo y una larga serie de cosas que ya estoy tan aburrido de oír como ustedes.
Pero la realidad es otra. Los últimos años, desde 2003, el país ha dado un vuelco y un crecimiento que aun en esta provincia empeñada en fracasar, se percibe. La estabilidad del poder constituido desde lo democrático se ha mantenido pese a los intentos de los eternos grupos golpistas de siempre (económicos, mediáticos y URC, tal como declarara Videla recientemente con respecto a Balbín). Que pese a los problemas la clase media argentina se ha reafirmado es indudable; tanto que reniega de los desposeídos y los demonizan olvidando lo fácil que es volver a caer en ellos. Solo basta un presidente como Alfonsín o De La Rúa que hagan retroceder las cosas así como lo hicieron todos los gobiernos de los radicales desde siempre. ¿O nos olvidamos de la Patagonia rebelde en 1922 y los fusilamientos de peones obreros por Irigoyen? El único que esta incólume ha sido el Dr. Ilia dada su hombría de bien, pero tan débil como sus demás colegas correligionarios en el poder.
Hoy los medios nacionales y locales invaden con mil y un intentos de desprestigiar a este gobierno con la idea de erosionarlo en la opinión pública, sumados a los políticos de provincias que no desdeñan el dinero que viene de arriba pero lo presentan como logros de ellos mientras también denuestan al gobierno nacional y el periodismo acomodaticio que no duda en cantar la melopea del que paga.
Tan así es la cosa que en ninguna de las épocas que me ha tocado vivir vi tanta libertad de prensa como en esta, donde se dice lo que sea y pese a ello no hay censura. Donde se han hecho esfuerzos tan grandes y continuos para que los mas desposeídos de todos accedieran a planes para producción y arraigo (herramientas, agua, energía etc) no en la disconformista Buenos Aires que todo lo tiene y nada ve, sino en el monte correntino donde humildes pobladores jamás habían visto brillar una lámpara eléctrica en su rancho o tener agua potable y tanque.
El tratar de eliminar la exclusión social desde lo tecnológico con la entrega de computadoras a los alumnos de las escuelas rurales y técnicas, cosa que en Corrientes ya ha ocurrido y que los personajes de siempre del gobierno local no han perdido la oportunidad de “salir en la foto” pese a que esto es un esfuerzo de la Nación. Y podría seguir citando ejemplos pero no deseo abundar para no aburrir.
¿Usted creería….?
¿Qué otras fuerzas políticas NO comprometidas con la idea de la justicia social pueden producir un cambio o al menos mantener el actual rumbo de las cosas? No creo que Alfonsín, una mala copia de marketing político de su extinto padre; Cobos, Lilita, Macri o dentro de cierto peronismo tales como Narvaez, Duhalde u otro lo hagan. Por la historia misma de las personas e instituciones es fácil deducir que es muy poco probable.
¿En la provincia usted cree que candidatos de los frentes radicales o terceros lo hagan? Basta ver qué mal chiste ha sido Nito y Meabe en sus cargos de senadores. Ambos coinciden en un punto: dan risa, pero a costa de todos los correntinos.
¿Sus intendentes radicales reales o camuflados, que figuraron en las cuatro boletas, concejales y viceintendentes han hecho algo más que galopar en sus discursos de un mañana venturoso si tal o cual cosa, condicionantes que jamás ocurren?
Ninguno de ellos, candidatos a presidentes, senadores, diputados, gobernadores intendentes y concejales han logrado nada en este tiempo, más que estirar los plazos con promesas tan validas como la de ganar el cielo por sufrir mucho en esta tierra.
La razón es sencilla: no están urgidos por la desesperación de los cambios, no hay genuino interés en que la población sea libre e independiente, no hay necesidad de justicia social porque cuando se conoce es difícil de olvidarla. Más de cincuenta años atrás el peronismo lo hizo y aun es recordado intensamente, con dolor casi.
Por esa razón el demonio es el peronismo, la fuente de todas las maldades para una clase media egoísta y que mira para arriba y no a quien tiene al costado y abajo; para los desposeídos porque están acostumbrados a recibir palos y ordenes como algo normal; por clases políticas que pretenden seguir viviendo fácil de la poca capacidad de gestión y de trabajo que poseen en medios degradados por la inepcia y la estolidez.
Conclusión
En el 2003 no vote por Néstor, pero después de su mandato viendo lo que había realizado no dude en votar a Cristina. Hoy también votare por ella porque con todos sus errores y falencias, que son muchos, es la única posibilidad que tenemos como país de construirnos soberanos, económicamente independientes y con un sentido de la justicia social efectivo.
Pero recuerden: las cosas empiezan desde abajo, desde el más humilde concejal e intendente. A la hora de votar piense en cambiar el paradigma de esta provincia sometida, démosle futuro a nuestros hijos.
Publicado por: 1891.com.ar
Por Edwin Aguiar
(Solo el peronismo salvara a esta tierra. Ya leerán porque.)
No es extraño en una tierra en donde ya desde la época de las misiones jesuíticas los medios de dominación fueron la fuerza bruta (la esclavitud de los pueblos originarios) o la seducción por medio de la música y el disfraz (los jesuitas). Cuando alrededor de 1750 se inicia la expulsión de los jesuitas mediante la complicidad de los terratenientes correntinos, que aspiraban las tierras y la mano de obra esclava que había en las misiones; hábilmente combinaron la brutalidad para acallar el espíritu combativo y las distracciones de la música y disfraces para entumecer sus consciencias.
¿Les suena Carnaval y prepotencia? Desde hace mas de 250 años se ha moldeado al correntino para que se someta a la “autoridad” que muchas veces no es más que la manifestación de la prepotencia cruda y la dadiva distractora como un elemento vital para que encauce sus aspiraciones.
Por supuesto que esto no quiere decir que si a ud le agrada el carnaval e incluso participa activamente de ello sea algo negativo. Pero que se ha usado como elemento del poder desde siempre, así como la exacerbación de la veneración casi supersticiosa a tantos santos y vírgenes que es literalmente imposible no hallar una semana sin conmemoración alguna, no cabe duda. La táctica del sometimiento consiste en trasmutar las necesidades de libertad y progreso en resignación y distracción.
Este post no va a gustarle a mucha gente, eso está garantizado, pero aquí no nos proponemos ser agradables sino llegar al fondo de la cuestión y hallar una mejor manera para que nuestros hijos sea mejores que nosotros y tengan el futuro que ahora mismo el actual esquema de poder les está negando. Por miseria y envilecimiento del alma generosa del Correntino. Si se atreven, a continuación las claves.
El juego de las oligarquías
El poder es un afrodisiaco poderoso y enerva tanto a algunos hombres que olvidando su condición de pares de sus hermanos se transforman en sus verdugos. No necesariamente mediante la muerte, como en el siglo XIX y XX cuando desde Corrientes se proveyó tanta carne de cañón para las guerras civiles e incluso la guerra de la Triple Alianza en donde se obligo a los correntinos a disparar sobre sus hermanos paraguayos.
En el siglo XX hubo menos derramamiento de sangre, salvo, claro está, la de los restos de aborígenes que habían en esta provincia a los que se liquido sistemáticamente para adueñarse de sus tierras. Muchos viejos prohombres que hoy engalanan con sus nombres las arterias más importantes de esta provincia fueron meros genocidas, pero también los hubo de guante blanco que condenaron a esta tierra al atraso y a la ignorancia. A la falta de futuro.
Tal es el caso que la primer constitución de esta provincia no admitía extranjeros en su territorio, salvo en dos puntos. Porque las ideas de progreso e industria atentaban contra las explotaciones extensivas, que ocupaban mano de obra en mucho espacio, entre ellas el modelo ganadero.
Siempre fue rentable que la mano de obra haya sido económica por no decir gratuita, para lo cual se fomento la cultura de someter a la gente de todas maneras. Incluyendo el derecho de pernada, consistente en que el patrón de la estancia desflorara a las hijas de sus peones. Tanto así que una curiosa característica es que este sistema alienta a la incorporación a las fuerzas de seguridad de sus hombres. Estos que desean también ser parte del sistema con una módica cuota de poder, suelen enrolarse en las variadas fuerzas locales y nacionales. Es una táctica doble porque también está la conveniencia del gobierno provincial de bajar los índices de desocupación mediante esta manera.
Y por otra parte no hay una incorporación legitima a las fuerzas productivas que siguen siendo escasas, así como las profesionales, mercantiles y académicas, que son esencialmente mas volátiles y menos sometidas a la acción prepotente de un cualquiera.
Mas allá que existen personas que posean la verdadera vocación de servicio, la mayoría lo toma como una salida laboral y como un acceso a un poder; porque un uniformado siempre en estas latitudes posee aparentemente mas “poder” que un civil. Lo cual demuestra la inversión de valores cívicos, pues se ha fomentado la idea que ser civil es una categoría inferior al del uniformado, quien en realidad esta al servicio de la comunidad y no es el gendarme del poder.
A su vez las oligarquías existentes (desde lo económico o político) alientan estas actitudes porque nunca les convino que esta provincia despegara desde lo industrial y lo comercial. Es la centenaria “siesta correntina” provincial y aletargada que les permite sobrevivir y seguir manejando las cosas discrecionalmente como solo se puede hacer aquí.
No deja de ser sintomático que las pretensiones de producción en los últimos cuatro años hayan sido la forestación. Todos saben que también es un negocio redondo para el capitalismo capanguero y la política local. Por un lado apenas da trabajo a escasas personas mientras desarraiga familias enteras que pasan a los suburbios de las ciudades correntinas a ser pasto de los punteros políticos que las someten con las limosnas de turno. También se han fomentado las casas de juegos de azar, la única posibilidad de escape –irreal por cierto-.
La movilidad social no existe en Corrientes, es una figura retorica que solo se rompe cuando se sale de esta provincia, pues el que nació pobre, sometido culturalmente ideológicamente y económicamente no concibe otro horizonte.
La actitud de sometimiento esta tan arraigada que existen pocos ejemplos, en comparación a la población, que intenten romper el círculo vicioso de indigencia (que es la falta de futuro y no la falta de dinero) que los excluidos del sistema de limosna oficial deben emigrar fuera de la provincia; donde por paradoja progresan en base a trabajo duro y sacrificios. Lo que puertas adentro no ocurre…
El oficio de ser pobre en Corrientes
Claro está que vivir cuatrocientos y tantos años así y sin referencias culturales que permitan romper el molde hace que salir de este círculo sea muy difícil para quienes han aceptado esta realidad como una verdad. A diferencia de Perón, yo no creo que la única realidad es la verdad; pienso más bien que la verdad es un collage complejo y que esta dista de ser tan simple y lineal, como aquí en Corrientes.
Para las mentes acostumbradas a obedecer a quien ostenta poder, cuanto más crudo mejor, es tarea dura reconocer que la verdad no radica en la razón sino en la prepotencia. El desdichado que está abajo en la escala social, por la presión hacia debajo de las estructuras no por su deseo o ganas, no puede ver al de al lado como hermano o sentirse parte de un mismo y defectuoso mecanismo social. Es la paradoja del neoliberalismo que impulsa como única ley la sobrevivencia del más fuerte a costa de los más débiles. Es la ley del mercado que trasunta el alma y se adueña de todo.
El pobre no quiere ser pobre y el que apenas dista un paso de serlo no desea volver hacia atrás. Se aplaude al que progresa, no importa con qué medios, y se somete a quien pueda darle una migaja de ese poder ficticio. Porque en menos de cuatro años cambian las reglas de juego o durante el periodo político cambian los actores y los mecanismos de poder. Y así el pobre y el apenas pobre siguen siéndolo por siempre. Entendamos que ser pobre no me refiero a la falta de dinero sino de futuro.
La única forma de romper este esquema de situaciones viciadas en con la solidaridad y la consciencia de clase. Pero nadie en Corrientes (y Argentina) desea tal cosa. Es reconocer el fracaso existencial. Como un atenuante de la miseria se ha implantado el culto a lo que sea, santos, vírgenes, etc, que ofician de paliativo y de válvula de escape.
La verdadera religión en Corrientes debería ser una cuestión de fe, pero hace rato que se ha suplantado esta por la superstición en la cual mediante un rito o una secuencia de cosas equis, se obtiene algo a cambio. Moralmente es deleznable pero asi son las cosas
La iglesia, aliada intemporal del poder político (aun desde la época del Imperio Romano) ha sabido aquietar las aguas y no predicar, en cambio, la fraternidad y establecer el cielo en esta tierra.
Medios Informativos y Políticos en Corrientes
En la actualidad y como consecuencia de la falta de libertad económica en Corrientes, muchos medios se prostituyen por lo que se llama “la cuenta oficial”. Esta es una cifra mensual en la que por publicidad estatal se obtienen ingresos.
Como en esta tierra no hay industria y casi no existe comercio, por ende no existen fuentes de financiación de las estructuras informativas. Por ende deben competir entre ellas para tener estas cuentas oficiales y salvar el pellejo.
Por supuesto esto acarrea el bastardeo del cuarto poder ya de por si irrisorio en Corrientes. La lectura de la mayoría de los medios es una monótona repetición de las mismas y tediosas gacetillas de prensa oficiales ensalzando tal o cual cosa que diariamente llegan a mi correo. No hay noticias que “desagraden” y si mucha apología del mandamás de turno. Cuando hay rispideces en la prensa, es habitual largar la carcajada y decir “Estos están atrasados en sus cobros”.
La libertad de prensa no existe, también la cultura del sometimiento ha llegado y se ha instalado desde la presión económica y hoy en día solo los medios independientes como los blogs (Este y otros) somos capaces de decir lo que pocos quieren decir.
También existe el sometimiento mediático por la mera vocación rastrera, una deformación profesional que es más evidente en los pueblos del interior correntino, en donde los medios locales suelen alcanzar cotas increíbles de lambisconería y degradación, como los medios de cable y las emisoras de frecuencia modulada. No todos, pero si la mayoría de los existentes.
La población sometida a esta sistemática desinformación poco advierte que los “logros” de sus intendentes o de la gobernación son obra de la Nación, que ha girado dinero o planes. Y aun así escuchan las quejas de bandoneón sobre el abandono de los poderes de la Nación a la provincia porque “no es de su signo”. Como estamos escuchando en estos días y seguramente se intensificara según avance el calendario electoral.
Así estos medios venden “pescado podrido”, que en la jerga periodística quiere decir una noticia intoxicada de falsedad; por omisión, por tergiversación o por exageración, pues formas de mentir hay muchas más que la simple mentira.
Los peronistas: esa maldita fuente del mal
En este contexto los peronistas somos los malvados del pastel. Porque la nación está regida por Cristina, que ya sabemos que ha sido el peor gobierno de la historia mundial y quizás universal; que eternamente conspiramos, porque los peronistas se roban todo y una larga serie de cosas que ya estoy tan aburrido de oír como ustedes.
Pero la realidad es otra. Los últimos años, desde 2003, el país ha dado un vuelco y un crecimiento que aun en esta provincia empeñada en fracasar, se percibe. La estabilidad del poder constituido desde lo democrático se ha mantenido pese a los intentos de los eternos grupos golpistas de siempre (económicos, mediáticos y URC, tal como declarara Videla recientemente con respecto a Balbín). Que pese a los problemas la clase media argentina se ha reafirmado es indudable; tanto que reniega de los desposeídos y los demonizan olvidando lo fácil que es volver a caer en ellos. Solo basta un presidente como Alfonsín o De La Rúa que hagan retroceder las cosas así como lo hicieron todos los gobiernos de los radicales desde siempre. ¿O nos olvidamos de la Patagonia rebelde en 1922 y los fusilamientos de peones obreros por Irigoyen? El único que esta incólume ha sido el Dr. Ilia dada su hombría de bien, pero tan débil como sus demás colegas correligionarios en el poder.
Hoy los medios nacionales y locales invaden con mil y un intentos de desprestigiar a este gobierno con la idea de erosionarlo en la opinión pública, sumados a los políticos de provincias que no desdeñan el dinero que viene de arriba pero lo presentan como logros de ellos mientras también denuestan al gobierno nacional y el periodismo acomodaticio que no duda en cantar la melopea del que paga.
Tan así es la cosa que en ninguna de las épocas que me ha tocado vivir vi tanta libertad de prensa como en esta, donde se dice lo que sea y pese a ello no hay censura. Donde se han hecho esfuerzos tan grandes y continuos para que los mas desposeídos de todos accedieran a planes para producción y arraigo (herramientas, agua, energía etc) no en la disconformista Buenos Aires que todo lo tiene y nada ve, sino en el monte correntino donde humildes pobladores jamás habían visto brillar una lámpara eléctrica en su rancho o tener agua potable y tanque.
El tratar de eliminar la exclusión social desde lo tecnológico con la entrega de computadoras a los alumnos de las escuelas rurales y técnicas, cosa que en Corrientes ya ha ocurrido y que los personajes de siempre del gobierno local no han perdido la oportunidad de “salir en la foto” pese a que esto es un esfuerzo de la Nación. Y podría seguir citando ejemplos pero no deseo abundar para no aburrir.
¿Usted creería….?
¿Qué otras fuerzas políticas NO comprometidas con la idea de la justicia social pueden producir un cambio o al menos mantener el actual rumbo de las cosas? No creo que Alfonsín, una mala copia de marketing político de su extinto padre; Cobos, Lilita, Macri o dentro de cierto peronismo tales como Narvaez, Duhalde u otro lo hagan. Por la historia misma de las personas e instituciones es fácil deducir que es muy poco probable.
¿En la provincia usted cree que candidatos de los frentes radicales o terceros lo hagan? Basta ver qué mal chiste ha sido Nito y Meabe en sus cargos de senadores. Ambos coinciden en un punto: dan risa, pero a costa de todos los correntinos.
¿Sus intendentes radicales reales o camuflados, que figuraron en las cuatro boletas, concejales y viceintendentes han hecho algo más que galopar en sus discursos de un mañana venturoso si tal o cual cosa, condicionantes que jamás ocurren?
Ninguno de ellos, candidatos a presidentes, senadores, diputados, gobernadores intendentes y concejales han logrado nada en este tiempo, más que estirar los plazos con promesas tan validas como la de ganar el cielo por sufrir mucho en esta tierra.
La razón es sencilla: no están urgidos por la desesperación de los cambios, no hay genuino interés en que la población sea libre e independiente, no hay necesidad de justicia social porque cuando se conoce es difícil de olvidarla. Más de cincuenta años atrás el peronismo lo hizo y aun es recordado intensamente, con dolor casi.
Por esa razón el demonio es el peronismo, la fuente de todas las maldades para una clase media egoísta y que mira para arriba y no a quien tiene al costado y abajo; para los desposeídos porque están acostumbrados a recibir palos y ordenes como algo normal; por clases políticas que pretenden seguir viviendo fácil de la poca capacidad de gestión y de trabajo que poseen en medios degradados por la inepcia y la estolidez.
Conclusión
En el 2003 no vote por Néstor, pero después de su mandato viendo lo que había realizado no dude en votar a Cristina. Hoy también votare por ella porque con todos sus errores y falencias, que son muchos, es la única posibilidad que tenemos como país de construirnos soberanos, económicamente independientes y con un sentido de la justicia social efectivo.
Pero recuerden: las cosas empiezan desde abajo, desde el más humilde concejal e intendente. A la hora de votar piense en cambiar el paradigma de esta provincia sometida, démosle futuro a nuestros hijos.
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