CARTA ABIERTA AL LIC. IGNACIO OSELLA
SR. INTENDENTE MUNICIPAL:
Hoy miércoles 3 de abril estuvimos por su municipio, en la zona rural, tendiendo una mano a gente que la necesita. Le quiero comentar las dos experiencias que viví y hacerle un pedido muy especial.
Pudimos ayudar a cinco familias en La Cocucha, con transformadores para que tengan energía eléctrica en sus casas por primera vez. Realmente me tembló el pulso al darle la mano a uno de esas personas, un Señor de 70 años supongo, con la mano áspera del trabajo duro, con los ojos muy brillosos y aguantando que no se le caiga una lágrima delante de sus hijos y nietos, el orgullo de campesino le pesaba.
En el bañado San Antonio se están haciendo perforaciones para que unas 12 familias tengan, también por primera vez, agua potable para el consumo. Las perforaciones se realizan dándoles capacitación y materiales y herramientas a la gente del lugar, para que después puedan continuar ellos mismos adelante con la gran cantidad de familias sin agua. Una de las vecinas, una joven mujer líder local en la organización de la tarea, a la que pidieron que dirija unas palabras, se quebró en un llanto tan profundo como desconsolado, no sé si de alegría o de bronca, que no pudo hacerlo.
En esta realidad, y ante estas cosas que le comento, no tengo dudas que Ud. se siente contento, porque es gente de su Municipio, gobernado por Ud., que logró una mínima cuota de dignidad, tal vez demasiado tarde, pero al fin.
Ahora, le quiero pedir, rogar, que Ud. aporte lo suyo y le devuelva el trabajo que le quitó a esas cinco personas que despidió, que les saque de la cara las lágrimas de resentimiento y bronca que tenían hoy por lo injusto y doloroso. Cuatro son madres, que necesitan ese dinero, aún en negro, para arrimar algo a sus hogares, uno es hombre que también necesita cumplir con su hogar. Por los montos que cobran estoy seguro que su presupuesto no se va a resentir ni mínimamente por no realizar ese ahorro.
Dos consecuencias puede tener una decisión suya de esta naturaleza, que sientan que Ud. les perdonó no se qué, y le brinden su agradecimiento por siempre; le va a venir bien en elecciones; o por el contrario, que sientan que les devolvieron su derecho y dignidad, que pueden pensar libremente, y que eso no puede ser castigado; es decir, que se sientan Mujeres y Hombres Libres, que a Ud. creo que también le va a servir.
Atentamente.
Ing. Fabián Rios
SR. INTENDENTE MUNICIPAL:
Hoy miércoles 3 de abril estuvimos por su municipio, en la zona rural, tendiendo una mano a gente que la necesita. Le quiero comentar las dos experiencias que viví y hacerle un pedido muy especial.
Pudimos ayudar a cinco familias en La Cocucha, con transformadores para que tengan energía eléctrica en sus casas por primera vez. Realmente me tembló el pulso al darle la mano a uno de esas personas, un Señor de 70 años supongo, con la mano áspera del trabajo duro, con los ojos muy brillosos y aguantando que no se le caiga una lágrima delante de sus hijos y nietos, el orgullo de campesino le pesaba.
En el bañado San Antonio se están haciendo perforaciones para que unas 12 familias tengan, también por primera vez, agua potable para el consumo. Las perforaciones se realizan dándoles capacitación y materiales y herramientas a la gente del lugar, para que después puedan continuar ellos mismos adelante con la gran cantidad de familias sin agua. Una de las vecinas, una joven mujer líder local en la organización de la tarea, a la que pidieron que dirija unas palabras, se quebró en un llanto tan profundo como desconsolado, no sé si de alegría o de bronca, que no pudo hacerlo.
En esta realidad, y ante estas cosas que le comento, no tengo dudas que Ud. se siente contento, porque es gente de su Municipio, gobernado por Ud., que logró una mínima cuota de dignidad, tal vez demasiado tarde, pero al fin.
Ahora, le quiero pedir, rogar, que Ud. aporte lo suyo y le devuelva el trabajo que le quitó a esas cinco personas que despidió, que les saque de la cara las lágrimas de resentimiento y bronca que tenían hoy por lo injusto y doloroso. Cuatro son madres, que necesitan ese dinero, aún en negro, para arrimar algo a sus hogares, uno es hombre que también necesita cumplir con su hogar. Por los montos que cobran estoy seguro que su presupuesto no se va a resentir ni mínimamente por no realizar ese ahorro.
Dos consecuencias puede tener una decisión suya de esta naturaleza, que sientan que Ud. les perdonó no se qué, y le brinden su agradecimiento por siempre; le va a venir bien en elecciones; o por el contrario, que sientan que les devolvieron su derecho y dignidad, que pueden pensar libremente, y que eso no puede ser castigado; es decir, que se sientan Mujeres y Hombres Libres, que a Ud. creo que también le va a servir.
Atentamente.
Ing. Fabián Rios
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