Se vivió un panorama muy parecido a 1999, cuando los manifestantes no dejaban acceder a los legisladores. Ayer las ‘Mujeres de la Plaza de Mayo’ se pusieron firmes y no dejaron pasar a nadie. Se fugó Insaurralde y se frustró la interpelación.
Las Mujeres de la Plaza de Mayo’, un clásico ya de la protesta correntina, ataviadas con sus pañuelos azules, volvieron al centro de la escena en protección de sus maridos policías, evitando que los uniformados sufran un castigo injusto del gobierno provincial y su efecto cascada a través del Ministerio de Gobierno y, por ende, la Jefatura de Policía. Casadas con el férreo compromiso de la dignidad, fueron a presenciar la montada interpelación que se la iba a hacer al ministro de Gobierno, Walter Insaurralde, quien cada vez más arturista apeló a cierta tutela de la Presidencia de Diputados, para que se impidiera el acceso de las mujeres al recinto, seguramente para que no escuchen sus fláccidas explicaciones sobre el in*****plimiento de la Ley de Amnistía.
Desde ese sector del edificio habrían impartido la orden para que la guardia oficial de Casa de Gobierno se ubicara presurosamente en las escalinatas, como si fuera una guardia pretoriana que trajo recuerdos inmediatos de la pueblada de 1999, cuando la misma policía luchaba también por su dignidad y debió enfrentarse, primero con sus camaradas, y luego a los míticos “rompe-huesos” de Gendarmería Nacional, en medio de una acrecentable efervescencia social. A todo esto, tanto la seguridad como los principales movimientos de organización y protocolo en la Legislatura , son o deberían ser al menos oficio exclusivo del vicegobernador, máxima autoridad del Parlamento y presidente nato del Senado.
Lo cierto es que la interpelación no se concretó por varios motivos, ausencia de diputados, la fuga “del peor ministro de Gobierno y Justicia los últimos 25 años en Corrientes”, dijeron; la intención de no dejar ingresar a la familia policial para presenciar la sesión y la lógica reacción de ‘las mujeres de Plaza de Mayo’ que se hicieron fuertes en las escalinatas legislativas y en medio de momentos de tensión vieron como se esfumaron todos los intentos por reunirse.
Diario1588.com
Desde ese sector del edificio habrían impartido la orden para que la guardia oficial de Casa de Gobierno se ubicara presurosamente en las escalinatas, como si fuera una guardia pretoriana que trajo recuerdos inmediatos de la pueblada de 1999, cuando la misma policía luchaba también por su dignidad y debió enfrentarse, primero con sus camaradas, y luego a los míticos “rompe-huesos” de Gendarmería Nacional, en medio de una acrecentable efervescencia social. A todo esto, tanto la seguridad como los principales movimientos de organización y protocolo en la Legislatura , son o deberían ser al menos oficio exclusivo del vicegobernador, máxima autoridad del Parlamento y presidente nato del Senado.
Lo cierto es que la interpelación no se concretó por varios motivos, ausencia de diputados, la fuga “del peor ministro de Gobierno y Justicia los últimos 25 años en Corrientes”, dijeron; la intención de no dejar ingresar a la familia policial para presenciar la sesión y la lógica reacción de ‘las mujeres de Plaza de Mayo’ que se hicieron fuertes en las escalinatas legislativas y en medio de momentos de tensión vieron como se esfumaron todos los intentos por reunirse.
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