Tras su reciente salida de la parroquia San Ramón de Mercedes, el padre Hilario Barberán dialogó con un medio local y manifestó su profundo malestar por las circunstancias que rodearon su alejamiento de la localidad. Contó que obedeció a un pedido del Obispo y que, pese a los reclamos de una parte de la población por su vuelta, aún no hay indicios firmes. Habló de la droga y la prostitución en el pueblo del Gobernador e improró por sus fieles: "Un pueblo que reclama seguridad, merece ser escuchado", dijo.
Hace una semana que la ciudad de Mercedes no tiene paz luego de que el sacerdote Hilario Barberán, saliera públicamente a reclamar mayor seguridad a las autoridades provinciales. A partir de ahí, le recayó una decisión emanada del Obispo de la Diócesis, Mons. Ricardo Faifer para que se retirara de la Parroquia San Ramón.
Días despues una gran parte del pueblo salió a las calles a reclamar su regreso a la iglesia. Tal es así, que hasta la comuna de la ciudad llegó la manifestación el día sábado.
Sobre este estado de situación, el Padre dialogó hoy ante la prensa local y comentó que hasta el momento no tiene novedades de su regreso o no a la comunidad mercedeña. "No hay ningún cambio en la decisión. Obedecí un pedido del Obispo para entregar la Parroquia", afirmó Barberán.
Y agregó: "Pese a que no estoy, el pueblo ha tomado conciencia y salió a expresar lo que entiende como un derecho, ante la violencia que se vive y la seguridad de todos. Una comunidad que sale a reclamar de esta manera, merece ser escuchada", sugirió.
En este sentido, el sacerdote habló de la droga en su ciudad y de lo que rodea al flagelo instalado: "Como iglesia que somos, estamos dando un muy mal ejemplo para todos. No hay ejemplo de tolerancia y esto no es bueno para nadie.
Acá en Mercedes se ha sufrido mucho con las muertes de jóvenes. No sé si hay una convivencia de las autoridades gubernamentales en esta localidad, pero sí veo que acá no se hace nada para erradicar la droga. Es tan fuerte su poder que hasta ha llegado hasta las escuelas. Niños de 12 y 13 años se ven en las calles drogándose, ya no son sólo adolescentes y adultos", manifestó.
Aseguró el Padre que la preocupación de los vecinos no sólo está relacionada al consumo de la droga, sino también a la prostitución. "Todos los días se ven chicos y chicas en las calles, consumiendo drogas y alcohol. Nadie hace nada porque esto va creciendo a medida que pasa el tiempo", concluyó.
Hace una semana que la ciudad de Mercedes no tiene paz luego de que el sacerdote Hilario Barberán, saliera públicamente a reclamar mayor seguridad a las autoridades provinciales. A partir de ahí, le recayó una decisión emanada del Obispo de la Diócesis, Mons. Ricardo Faifer para que se retirara de la Parroquia San Ramón.
Días despues una gran parte del pueblo salió a las calles a reclamar su regreso a la iglesia. Tal es así, que hasta la comuna de la ciudad llegó la manifestación el día sábado.
Sobre este estado de situación, el Padre dialogó hoy ante la prensa local y comentó que hasta el momento no tiene novedades de su regreso o no a la comunidad mercedeña. "No hay ningún cambio en la decisión. Obedecí un pedido del Obispo para entregar la Parroquia", afirmó Barberán.
Y agregó: "Pese a que no estoy, el pueblo ha tomado conciencia y salió a expresar lo que entiende como un derecho, ante la violencia que se vive y la seguridad de todos. Una comunidad que sale a reclamar de esta manera, merece ser escuchada", sugirió.
En este sentido, el sacerdote habló de la droga en su ciudad y de lo que rodea al flagelo instalado: "Como iglesia que somos, estamos dando un muy mal ejemplo para todos. No hay ejemplo de tolerancia y esto no es bueno para nadie.
Acá en Mercedes se ha sufrido mucho con las muertes de jóvenes. No sé si hay una convivencia de las autoridades gubernamentales en esta localidad, pero sí veo que acá no se hace nada para erradicar la droga. Es tan fuerte su poder que hasta ha llegado hasta las escuelas. Niños de 12 y 13 años se ven en las calles drogándose, ya no son sólo adolescentes y adultos", manifestó.
Aseguró el Padre que la preocupación de los vecinos no sólo está relacionada al consumo de la droga, sino también a la prostitución. "Todos los días se ven chicos y chicas en las calles, consumiendo drogas y alcohol. Nadie hace nada porque esto va creciendo a medida que pasa el tiempo", concluyó.
0 comentarios:
Publicar un comentario