El
niño oriundo de la ciudad de Lavalle, que había comido tierra aparentemente
intoxicada con agroquímicos, falleció en horas de la siesta del miércoles en el
Hospital de Pediatría “José Pedro Garrahan” de la ciudad de Buenos Aires,
producto de un paro cerebral, informó ayer oficialmente el Departamento
de Relaciones Institucionales de la Jefatura local.
José
Rivero, de cuatro años, había sido trasladado, días atrás desde el Hospital
pediátrico “Juan Pablo II” hacia Buenos Aires, a causa de una
encefalopatía hepática.
El caso conmocionó a todo Corrientes y, en
particular, a la ciudad de Lavalle –población distante 201 kilómetros al Sur de
esta capital, donde organizaciones intermedias denunciaron en reiteradas
ocasiones la incidencia de las chacras hortícolas ubicadas muy cerca del ejido
urbano.
Junto al pequeño habían viajado a Buenos
Aires sus padres, David Rivero y María Eugenia Sánchez. El pequeño José se
encontraba grave en una de las salas de Terapia Intensiva del mencionado
hospital porteño. En principio se barajaba la posibilidad de un trasplante de
hígado, cuyo donante sería el jefe de familia, sin embargo quedó trunco, tras el
terrible deceso.
Todo
empezó hace veinte días, cuando la familia sintió olores nauseabundos muy cerca
de la finca donde residían como cuidadores, al parecer por una serie de
fumigaciones en una chacra lindera. Posteriormente, cayeron muertas las
mascotas, instancia que impulsó a los Rivero a solicitar ayuda al
abuelo del pequeño, cuidador de otra quinta de Lavalle.
Sin embargo la salud de José se agravó, hasta
que el sábado 5 de Mayo fue trasladado de urgencia, en medio de una crisis de convulsiones.
Desde el Hospital Pediátrico “Juan Pablo II” se
informó que el niño sufría una encefalopatía hepática, no obstante se aseguró
que no se podía establecer si la causal era por incidencia de productos
agroquímicos.
En 2011, los niños Nicolás Arévalo y su prima
Celeste Estévez también recibieron internación por el mismo problema, con el
agravante que el varoncito perdió la vida antes de ser trasladado a Buenos
Aires, en tanto que la niña aún permanece con tratamiento. En el caso de
Nicolás, la autopsia determinó incidencia de productos clorados.
Los casos están judicializados, y el de Arévalo
permanece en el Juzgado de Instrucción 2, con carátula provisoria. Fuentes
judiciales dijeron a NORTE que hay pruebas contundentes sobre la intoxicación
por influencia de productos a base de endosulfán, pero el juez aún no se
expidió, a pesar de que ha pasado más de un año.
Fuente: Nogal de vida
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