¿No llega hasta aqui la protección a los animales?

Esto ocurre en Rusia y en ningún otro sitio, que se sepa, en concreto en Arkhangelsk Oblast, en el Noroeste de Rusia. Son granjas de focas bebés, que han de ser sacrificados cuando cumplan un mes.Y ello no puede ser de cualquier manera, sino a garrotazos en la cabeza. Los agujeros de los balazos estropearían la valiosa piel, que se paga a precios astronómicos. Entre la orgía de sangre alguna foquita queda viva y preguntándose de dónde y por qué le caen los garrotazos.
Un negocio millonario, cruel y sangriento.












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