Por Fabián Ríos
Después de leer la frase, "NO VOY A HIPOTECAR EL FUTURO DE LA PROVINCIA", y habiéndola escuchado en repetidas oportunidades, en los 5 años de gobierno del Gobernador, me salen un montón de preguntas, algunas las comparto, preguntas que me caen tan mal como una gran contradicción, mas que eso, es casi un choque de las miradas sobre lo que siente una mujer o un hombre, su familia, ante la resignación, el miedo, el abandono y el dolor.-
No es una hipoteca impagable que los salarios públicos no sean una herramienta de oportunidades porque no tienen buen poder adquisitivo y limitan las oportunidades de los comerciantes, de los productores y de los demás trabajadores, porque no hay mucha gente que consumiendo y comprando brinde oportunidades al resto?
No es una hipoteca ya ejecutada que se considere "campo correntino" a los que concentran el capital y la tierra, y que los campesinos que verdaderamente viven en las zonas rurales estén en la pobreza, sin luz, sin agua y sin acceso a oportunidades de vivienda, y que sus hijos hayan sentido que los echamos a patadas porque nunca tuvieron una miserable oportunidad de mejorar en su lugar?
No es una hipoteca impagable ver correntinos jóvenes, alguno también con su mujer y su bebé, tomando una parcela de tierra para poner sus palos y su cobertura de plástico, como vivienda, en los terrenos disputados con muerte en Buenos Aires, y que sean tratados como parias por aquellos que ni idea tienen que los echamos de acá y desesperados fueron para allá?
No es negociar la hipoteca de un jubilado quedarse con la plata transferida por ANSES, destinada al déficit del Insituto de Previsión Social, y pagarles con bonos a los dueños de ese dinero solamente tres meses después?
No es una hipoteca mal vendida a un poderoso el permitir que un grupo económico se apropie gratuitamente del espacio público y lo use para aumentar su renta proveniente del juego, renta que debería estar destinada a generar inversión social entre las familias excluídas de la provincia?
Si todos somos el estado, y uno de esos miembros, que gobierna circunstancialmente, tenga mucho dinero oficial en las cuentas del estado; y otros muchos miembros, mas pobres, que necesitan y buscan una oportunidad para incluirse, miran desde la vidriera, unos con tristeza, otros con resignación y otros con bronca; no hipotecamos nada?
La última que comparto, la del interrogante mas grande, es sin dudas: Qué diablos es no hipotecar el futuro de los correntinos??
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