Alfredo De Angeli parece cegado en su afán de derrotar al kirchnerismo.
En medio de esa ceguera, anoche lanzó una frase que hoy seguramente querrá olvidar. "Hay que juntar los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles a quién hay que votar", señaló el dirigente rural entrerriano en Paraná, su pago chico.
Los líderes de la Mesa de Enlace, sentados a su lado, lo miraron espantados.
Fue en un acto que los principales dirigentes del campo (sólo faltaba Eduardo Buzzi) realizaron ayer en Entre Ríos. Mario Llambías (CRA), Hugo Luis Biolcati (Sociedad Rural) y Carlos Garetto (Coninagro) querían esconderse bajo tierra al escuchar al más mediático de los ruralistas apelar a una figura -la del peón rural que era arriado por sus patrones hacia el cuarto oscuro- sepultada bajo densas y tristes capas de historia.
"Yo sé que esto a mucha gente por ahí no le gusta que diga esto. En el campo hay que juntar a todos los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles claramente a quién hay que votar si no quieren fundirse", fue, completa, la infeliz frase de De Angeli hacia el final del acto.
No es el primer traspié del entrerriano en su infatigable cruzada anti K. Hace un par de semanas, cansado de que Néstor Kirchner acusara al campo de "golpista", se le escapó un insulto: tildó al ex presidente de "pelotudo".
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